sábado, 23 de junio de 2012

Homenaje a Nelson Schwenke: Música de la esperanza y contra el horror y la estupidez humana.

La producción musical de esta Leyenda del Canto Nuevo chileno es amplia y cada vez más difícil de encontrar. Sus primeras grabaciones en cintas de casetes circularon de mano en mano luego que en las peñas los comenzaran a grabar y a transmitir por las escasas radios que se animaban a incluir en su programación la crítica social, política y cultural a Pinochet. En los años ’80 no había acto cultural, peña, fogata o guitarreo donde no se interpretaran las canciones de Schwenke&Nilo. La música y letras de este dúo valdiviano tienen nostalgia, esperanza y combate contra el “horror” y la estupidez humana. Pero tienen sentido común y la simpleza y transparencia familiar de la gente del sur, de la gente del pueblo, de la solidaridad y fraternidad que se gestó al interior de los grupos que lucharon contra la dictadura. 



Nelson Schwenke y Marcelo Nilo, junto al poeta Clemente Riedemann, conformaron la potente banda sonora de dignidad de las ciudades, de las universidades y poblaciones del sur de Chile y de la lucha cultural contra la dictadura pinochetista y empresarial. Cuentan que cuando llegaron a Santiago, a uno de los primeros festivales que organizaba por allá por fines de los ’70 la Agrupación Cultural Universitaria, la legendaria ACU, sorprendieron a la juventud capitalina con sus melodías y letras de sus canciones llenas “lluvias del sur”, de “viajes”, contra el consumismo y “lo que dicen las noticias”, pero también de la historia del terremoto de 1960 de Valdivia y del histórico barco “El Canelos” que sigue ahí en el “rio que yo más amo”.

Por: Patricio Igor Melillanca
melillanca@gmail.com

En los años ’80 no había acto cultural, peña, fogata o guitarreo donde no se interpretaran las canciones de Schwenke&Nilo. La música y letras de este dúo valdiviano tienen nostalgia, esperanza y combate contra el “horror” y la estupidez humana. Pero tienen sentido común y la simpleza y transparencia familiar de la gente del sur, de la gente del pueblo, de la solidaridad y fraternidad que se gestó al interior de los grupos que lucharon contra la dictadura.

Esta música es parte de la historia chilena, de las protestas de los años ’80, de los trabajos solidarios que realizaban las organizaciones estudiantiles en los campamentos y poblaciones, en las comunidades cristianas de base que la iglesia católica apoyo para defender los derechos humanos y de las radios populares que en ese tiempo comenzaron a surgir en los barrios de las ciudades y muchas de ellas también de carácter formal sostenidas por la propia Iglesia Católica. Como no recordar a Radio Chilena, la Radio Estrella del Mar de Chiloé, la Voz de la Costa de Osorno, la Radio Reloncaví de Puerto Montt, y por supuesto la radio San José de Valdiva, y tantas otras de esa cadena radial que transmitía el canto nuevo y en cuyos programas siempre había presente ya las canciones de Schwenke&Nilo.

La producción musical de esta Leyenda del Canto Nuevo chileno es amplia y cada vez más difícil de encontrar. Sus primeras grabaciones en cintas de casetes circularon de mano en mano luego que en las peñas los comenzaran a grabar y a transmitir por las escasas radios que se animaban a incluir en su programación la crítica social, política y cultural a Pinochet y su gobierno.

Luego en 1983 el histórico Sello Alerce grabó el gran trabajo Schwenke&Nilo Volumen 1, donde aparecen canciones que se han transformado en himnos de la ciudad de Valdivia y del sur de Chile: "Nos fuimos quedando en silencio", "El canelos", "Entre el nicho y la cesárea", "el viaje" y una de las canciones que es una de las más importantes postales de Valdivia "lluvias del Sur", entre otras.

Desde ese entonces y hasta la década del 2000 fueron siete discos únicos, más el gran concierto de los 20 años grabado en un Teatro Providencia, y que apareció en un CD Doble, más una serie de otras grabaciones con otros artistas y ediciones particulares. Todo este trabajo además estuvo acompañado de su permanente vínculo con el trabajo cultural y político de las organizaciones comunitarias, poblacionales, estudiantiles, indígenas y últimamente ambientalistas.

Abrazos espirituales y agradecimientos a Nelson Scwhenke, su familia y comunidad.*****FIN*****

Fuente www.radiodelmar.cl